Pereira está a puertas de conmemorar un nuevo aniversario, y con ello, recordar tiempos de antaño cuando el tren y el tranvía eran parte esencial del paisaje urbano. Los jóvenes apostaban a “los gorros”, y el humo y el pito del tren eran sonidos familiares que impregnaban el aire de la ciudad.
La música de carrilera, inseparable compañera de estos viajes, resonaba en cada estación, creando una banda sonora única que acompañaba los trayectos del tren. Este medio de transporte no solo unía geografías, sino también corazones, al ser un punto de encuentro para generaciones de pereiranos.
Sin embargo, el tren y el tranvía desaparecieron, llevándose con ellos un pedazo del alma de la ciudad. Hoy, en vísperas de celebrar un año más de la fundación de Pereira, los recuerdos de aquellos días vuelven con fuerza, evocando nostalgias y alegrías de un tiempo en que la vida parecía transcurrir al ritmo del vaivén de los vagones.
El regreso a esos días a través de la memoria es una manera de rendir homenaje a un pasado que, aunque lejano, sigue vivo en el corazón de quienes lo vivieron y de las nuevas generaciones que escuchan las historias de sus mayores.
FOTO: Blog historia de Pereira.
Sigue vigente en mi memoria, lejanos episodios de mi niñez recordadando el tren , el tranvía y sus estaciones . Para las presentes y futuras generaciones de Pereira, es muy importante alimentar la huella de la historia a través de las entrevistas y sucesos que marcaron más de 50 años de ejercicio periodístico de Herney Ocampo Cardona , quien en sí mismo es protagonista de la memoria de la ciudad y muchos de sus acontecimientos . !!excelente …
Que buena historia , sigas para adelante, con estas pequeñas historias
No es que sea un jovencito pero no me tocó vivir esta bonita parte de la historia de nuestra región, me hubiera encantado estar montado en esos gigantes de la locomoción viajando por toda nuestra región. Que lástima que por decisiones de los benditos (😉) “Políticos” se haya acabado con la magia de los trenes 🚂 en la región y exista esa rivalidad entre ciudades hermanas. Manizales, Pereira y Armenia son hermosas, con gente muy buena y con características individuales que unidas nos hacen poderosos como región en el país. Ojalá nazca una clase dirigente que nos vuelva a unir a las nuevas generaciones y se olviden esas “peleas” de viejos tiempos que no conducen a nada y podamos abrazar al futuro juntos con obras y estrategias desde lo empresarial y lo turístico con los cual estoy seguro no tendríamos competencia en Colombia volviéndonos atractivos para la inversión internacional generando fantásticas oportunidades de crecimiento a los habitantes del viejo Caldas.