Para el obispo de Pereira Monseñor Rigoberto Corredor, la ciudad en estos 161 años de vida hemos logrado un reconocido y gran desarrollo en todos los órdenes, pero seguimos con una profunda brecha social.
Para el alto prelado contamos con largos cordones de miseria en las riberas de ríos y quebradas de la ciudad y ha dicho “eso me duele”.
Para Monseñor Rigoberto Corredor, Pereira es el corazón del eje cafetero, pero se dolió también como el materialismo ha tomado tanta fuerza casi igual a como ocurre en Europa y muchos de los países de América latina.
FOTO: EL DIARIO DEL OTÚN